Es un tornillo de titanio que se inserta dentro del hueso y que simula la raíz y esto ocurre cuando ya se ha perdido el diente.

Esta «raíz artificial» es reconocida por el organismo como propia, manteniéndola anquilosada firmemente a la boca y sobre la cual colocamos la corona correspondiente.

No es nada doloroso dado que utilizamos anestesia local, de la misma manera que la podemos utilizar para, por ejemplo, un empaste.

Cuando se habla de marcas de implantes hay que decir, que existen multitud de ellas en el mercado.

Cuando se habla de tipos de implantes, hay que distinguirlos según su grado, es decir, se contabilizan del 1 al 5, siendo el implante de titanio grado 5 el que más biocompatibilidad ofrece y el que menos rechazo genera.

Es el implante de grado 5, el que utilizamos en nuestras clínicas de SAM Dental Clinics, un implante fabricado en España, muy duro y de gran calidad.

Escasos minutos son los que se tarda en colocar un implante dental, aunque siempre habrá que valorar cada caso en particular y el número de implantes a colocar en una misma sesión.

Para pacientes que presentan un límite de hueso que le impide la colocación de implantes «normales», buscamos la solución adecuada para el paciente en cuanto, le sea beneficioso en tiempo, en cicatrización y que la función sea la correcta para su caso.

Con los implantes corticales logramos colocar una pletina de titanio a, lo que nosotros le llamamos el filo de navaja, un hueso muy fino donde es imposible la colocación de implantes y hueso a la vez. Esta pletina, una vez atornillada a este hueso, ofrece una fijación segura e inmediata, pudiendo a continuación colocar las coronas sobre esta.

El paciente dispondrá de sus dientes, el mismo día de la colocación de los implantes corticales en la boca del paciente.